Al presente, el idioma inglés es el lenguaje global de los negocios, un sine qua non para poder participar en la economía globalizada. Al presente, miles de millones alrededor del mundo están tratando con un ahínco inusitado aprender el inglés, no solo para enriquecerse comunicacional y personalmente, sino también para satisfacer una necesidad económica. En otro plano, un número cada vez mayor de multinacionales se han convencido de la importancia del inglés como plataforma de conectividad con todo y con todos y están por lo tanto requiriendo al inglés como el lenguaje común corporativo. A esta lista de adeptos al inglés, pertenecen organizaciones de renombre tales como Airbus, Samsung, Nokia, Renault, y Rakuten, para mencionar algunas. La adopción de un medio comunicacional común no es solamente el camino del futuro, así como una excelente idea corporativa, sino también una necesidad para facilitar y fomentar el desempeño ejecutivo y laboral a todo lo largo y ancho del variado ámbito geográfico y lingüístico donde opera la compañía. Y el inglés es el idioma ideal para establecer esta conectividad.
Algunas personas arguyen que el rápido crecimiento de la economía china anticipa la emergencia del Mandarín como el lenguaje oficial para los negocios alrededor del mundo. La impresionante narrativa de la asunción china como locomotora de la economía mundial difícilmente puede negarse o ignorarse: su clase media se está expandiendo, su poder de compra continúa aumentado, y con un marco regulatorio subdesarrollado, China se ha convertido en un magneto para los negocios globales.
Además, compañías autóctonas chinas en la categoría high-tech, tales como Alibaba, Weibo y Momo, han gozado de algunas de las más lúcidas ofertas públicas iniciales en los mercados bursátiles de los EUA, un país de habla inglesa. No obstante, el idioma inglés continúa siendo la mejor apuesta como medio oficial de comunicación a nivel mundial. Es sumamente irrealista pretender que el mandarín logrará la ventaja inicial de la que goza el inglés como medio de comunicación mundial desde hace siglos. El imperio británico comenzó a difundir el inglés en el siglo XVI, a la vez que el trabajo filantrópico de organizaciones británicas y norteamericanas ya había comenzado a difundir el inglés, muchísimo antes de que las corporaciones decidieran adoptarlo para sus comunicaciones cotidianas y operativas.
Algunas personas arguyen que el rápido crecimiento de la economía china anticipa la emergencia del Mandarín como el lenguaje oficial para los negocios alrededor del mundo.
Aparte del carácter histórico asociado con la difusión del inglés, muchos de los adelantos más sobresalientes del mundo se alcanzaron teniendo en mente al mercado anglo-parlante. En la actualidad, por ejemplo, apenas podemos sobrestimar la influencia del inglés en la manera como codificamos para crear los algoritmos que subyacen el uso masivo de inteligencia artificial y el uso creciente de la robótica en todas las áreas del quehacer humano: los diez lenguajes más importantes de programación en el mundo se basan en el idioma inglés. Irónicamente, dos de ellos, Python y Ruby, fueron desarrollados respectivamente por un holandés y un japonés quienes se vieron en la imperiosa necesidad de adoptar y aprender el inglés para crear dos lenguajes de programación nuevos.
De acuerdo al Índice Anual de Proficiencia en Inglés de EF (2015), el inglés es el lenguaje más preferido por los mercados de más alto crecimiento en el mundo, ya que es el idioma comúnmente utilizado en los negocios mundiales. Por otra parte, estimaciones globales indican que 1,500 millones de personas alrededor del mundo están tratando de aprender inglés. La diversidad cultural, económica y geográfica de esta población ha aumentado la demanda por una herramienta de entrenamiento en el inglés que sea de fácil acceso y financieramente asequible.
De acuerdo con una encuesta conducida por Ipsos Global Public Affairs (2012) sobre adultos empleados en diferentes países, 25% dijeron haber interactuado con gentes de otros países como parte de su trabajo/negocios, mientras que 67% afirmaron que el inglés fue el lenguaje más comúnmente usado en sus comunicaciones. El mandarín ni si quiera llegó a ocupar el segundo lugar. Además, 63% de los empleados en China usan el inglés para comunicarse con gente en otros países, mientras que el 56% del contenido online a nivel mundial es en inglés. Para comprender la influencia y alcance del idioma inglés, investigaciones han demostrado que existe una conexión entre las habilidades comunicacionales que una población tiene del lenguaje inglés y el desempeño económico y el crecimiento del país. Los datos muestran que mejoras en la comunicación en inglés están relacionadas con un aumento en el ingreso per cápita y la calidad de vida, a la vez que los empleado con conocimiento del inglés ganan salarios que son de un 30% a un 50% superiores a los ganados por sus compañeros que desconocen el inglés.
De manera que, esté o no esté listo el mundo, el inglés es el lenguaje oficial de los negocios y se ha convertido rápidamente en una necesidad que se mantendrá en el futuro previsible. Tal y como Hiroshi Mikitani, presidente ejecutivo de Rakuten dice, los beneficios de la comunicación en inglés son muchos. Y compañías como Rakuten, Samsung y Alibaba, después de apreciar dichos beneficios, decidieron adoptar el inglés como condición previa a cosecharlos.